viernes, 9 de marzo de 2012

Soy inmortal. Soy un demonio. Infumigable. Me escondo entre tu pelo y susurro en tu oído alimentando tu locura. No son voces. Es un hechizo. Di que me puedes matar. Dilo. Fuma. Fuma mucho. Fumígame. Hazlo. Ten cojones. Tenlos. 


En Marte estudian la posibilidad de vida en la Tierra. Y la han encontrado. Con un altísimo porcentaje de gente triste. De gente que patea las piedras con cara de compungida. Y después van a buscar la piedra para dar una nueva patada. Pero no la encuentran. Y la tristeza inunda su corazón. Y lloran por dentro. Y quieren morir.


Yo no quiero morir. Quiero tirar todas las piedras al río. Sin que boten. Porque soy así de alternativo.




La única receta para combatir la tristeza es la alegría. Soy un genio. Lo he descubierto yo solo. Y si lloras pues al menos distráete. Haz carreras de lágrimas. A ver cual toca antes el suelo. Y si pierde la que has elegido. Llora más. Infinitas posibilidades. 

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