jueves, 8 de marzo de 2012

Esperar. ¿Qué es esperar?. Muchas veces lo haces sin saberlo.


Cuando vamos a la consulta de un médico tenemos que esperar. Se retrasa, miras el reloj, sudas, te quejas "¡Es una vergüenza!". Pero te quedas. Sigues esperando hasta que una amable enfermera, un burlón enfermero o el propio licenciado en medicina sale para darte paso a su consulta. Y joder, no dudas, entras.


El autobús. Si se retrasa 5 minutos ya ponemos el grito en el cielo pero no movemos nuestro puñetero culo de la parada porque sabemos que lo tenemos que tomar, que no hay otro tipo de opciones.


Un caso muy distinto es el de esperar a las personas que no es lo mismo que esperar algo de ellas. A una persona la esperas con el rostro sonriente, quieto, imperturbable a las voces que te dicen que esa persona no va llegar nunca, que no es un retraso, que es que han cancelado la línea que pasaba por tus entrañas. Pero tu esperas. 


La diferencia es que hay un momento en el que te das cuenta de que esa persona no va pasar por ahí, no es como el doctor que sabes que te va a dar paso o el autobús que te recogerá cuando el tráfico se lo permita. Aquí sabes que estar ahí quieto, como una estatua de mármol renacentista pero con muecas que denotan nostalgia propia del romanticismo, es una tontería y te vas. Andas. Paseas observando cada detalle de la ciudad esperando que algún día otra persona te atropelle.




Y nadie espera a alguien que lleva subido en otro autobús tanto tiempo. Y que hace con ese autobús cosas que no tuvo cojones ni ganas de hacer contigo jamás por desajustes paterno filiales. O esa era la versión oficial.


Después de un tiempo cansado de esperar me atropellaron. Esta es la explicación que no le debo a nadie.

2 comentarios:

  1. tu escritura, se torna mas consistente jajajajajajajaajjajaja
    ME ENCANTA LO DE LICENCIADO EN MEDICINA
    PUYITA EJJEJEJEJE

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  2. Na, no era puyita. Era para no poner un sexo.

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